El juez de garantías Sergio Piñeda resolvió que Nicolas Suganuma continúe con la medida de prisión preventiva hasta la audiencia preliminar.
Piñeda que tuvo que subrogar a la jueza natural Mirta Moreno, tras analizar todos los planteos y fundamentaciones, baso su resolución en la expectativa de pena y el piso mínimo de cinco años impuesto por Ministerio Público Fiscal. Además indicó como hecho nuevo que ya están presentadas las acusaciones tanto por la fiscalía, como la querella.
Por su parte, el defensor Fabian Gabalachis acompañado por Rodrigo Miquelarena pidió una morigeración de la medida, ofreció que Suganuma continúe bajo la modalidad de arresto domiciliario en la casa de sus padres. Propiedad que se encuentra a la venta hace más de un año para afrontar la demanda civil.
La audiencia de revisión de la prisión preventiva se realizó este jueves en la Oficina Judicial de Rawson a través del sistema de videoconferencia. La querella que representa a la familia había pedido que Suganuma siga detenido, la defensa del imputado que quede en libertad o con arresto domiciliario.
Piñeda tuvo en cuenta la actitud «despectiva del imputado y la falta de acatamiento a órdenes judiciales», refirió a la “objetividad” que le cabe al Ministerio Público Fiscal para diferenciarlo así de la postura de la querella que representa a la familia –que no tiene esa obligación- considerando ese valor como “la base del sistema procesal penal”.
Asimismo señaló que los hechos que permitirán una calificación firme, solo se probarán en el juicio oral y público, y que “por ahora son provisorios”. También resaltó que los hechos descriptos por la querella demuestran que “no están dadas las condiciones” para que esté garantizado el cumplimiento del arresto domiciliario o la presentación semanal en una dependencia policial para certificar su presencia en la zona.
Postura de la fiscalía
Para los investigadores se trata de un “homicidio culposo mediante conducción antirreglamentaria de vehículo con motor triplemente agravado por intoxicación alcohólica, exceso de velocidad y darse a la fuga”, todo en calidad de autor. De allí se desprende la llamada pretensión de la pena, que en este caso la fiscalía pidió 5 años de prisión y diez años de inhabilitación, pena que aun podría ser elevada en el juicio oral y público.
La querella
La abogada Gladys Olavarria respecto de la continuidad de la prisión preventiva, pidió la medida más gravosa, que el imputado siga detenido. Nuevamente lo argumentó indicando que en libertad Suganuma puede fugarse por la “gravedad” del hecho en el que se encuentra involucrado. Dio cuenta de correos electrónicos realizados por el imputado en donde manifiesta intenciones de alejarse de la zona y dirigirse hacia Capital Federal. Argumentó también que la familia del imputado no está en condiciones de contenerlo en caso de disponerse un arresto domiciliario. Homicidio simple con dolo
También señaló como agravante del hecho el estado de ebriedad que presentaba, el exceso de velocidad con que lo hacía y por la intención de querer fugarse. Dio cuenta de todos esos detalles para diferenciarse de la postura de la Fiscalía y la calificación legal que escogieron los investigadores. Concluyó en que se hace necesario que siga detenido hasta la audiencia preliminar al juicio oral y público.
El defensor
El defensor Fabián Gabalachis refirió que se está frente a un “homicidio culposo”, que así lo indicó la pericia accidentológica de la que participó la querella, y que Suganuma reconoció haber sido el autor del accidente. Dijo además que “se debe tener en cuenta el mínimo de la pena prevista”. Destacó también el arraigo que Suganuma tiene en la ciudad de Trelew donde nació y tiene su familia. “Lo de sus intenciones de viajar a Buenos Aires tienen la sola razón de cuestiones de capacitación”, dijo el defensor. Pidió la libertad para su cliente o en tal caso, el arresto domiciliario con rondines sorpresivos.
El accidente fatal
La muerte de Ronald Guerra se produjo en la madrugada del pasado 18 de enero en la avenida Marcelino González en su intersección con la calle 26 de noviembre. Suganuma en su auto y Guerra en su bicicleta, se conducían en sentido hacia el Puerto de Rawson. Guerra –un operario de una planta procesadora de pescado, fue atropellado desde atrás por el conductor del vehículo que lo hacía alcoholizado. El accidente fue pasado las 1,40 de la madrugada. Suganuma conducía su vehículo con 1.60 de alcohol en sangre. La pericia determinó que conducía a una velocidad superior al límite establecido en el sector, que es de 40 kilómetros por hora.
Tras la colisión, el conductor descendió del rodado, tras lo cual regresó al automóvil y se retiró del lugar con dirección a la localidad de Playa Unión. El testigo, que dio cuenta de esto, pidió ayuda a un automovilista que pasaba por el lugar, los siguieron y lo convencieron a que regrese al lugar del hecho donde fue identificado por la policía.