La aplicación se encuentra disponible para iOS y Android. El sistema brinda información de calidad a las provincias y al ministerio de Salud de la Nación, para la agilización de la gestión conjunta en el marco de la emergencia sanitaria.

Reemplaza a Covid-19, que mostró fallas técnicas desde el inicio. Integra todas las herramientas que se venían estudiando según casos conocidos y exitosos en Corea del Sur, Taiwán y Singapur.

La nueva aplicación, que reemplaza a Covid-19 -que mostró fallas técnicas desde el inicio- se llama CuidAR. Integra todas las herramientas que se venían estudiando según casos conocidos y exitosos en Corea del Sur, Taiwán y Singapur. Tiene similitudes con las apps utilizadas contra la pandemia en Colombia, Perú y Ecuador.

La herramienta digital advierte, desde el inicio, que los datos consignados son para uso exclusivo de la “Secretaría de Innovación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación”, a cargo de Micaela Sánchez Málcom, más allá de que la información de salud del autodiagnóstico se comparte con el Ministerio de Salud.

Con un diseño renovado, CuidAR propone una interfaz simple. En la primera pantalla solicita informar DNI con número de trámite, previo acceso a la geolocalización del teléfono. Luego solicita elegir el sexo del usuario, y la aceptación de los términos y condiciones. E inmediatamente, pide colocar el número de teléfono de quien opera la app.

La pantalla siguiente solicita, con carácter obligatorio, colocar el domicilio, incluyendo localidad y provincia. Y de allí, al autodiagnóstico –“autoevaluación” es el término que usa CuidAR- tal como aparecía en la versión anterior, y en casi todas las aplicaciones del estilo: un indicador de temperatura, luego sintomatología básica compatible, y enfermedades preexistentes.

El Ministerio de Salud advierte, en la ventana emergente previa a informar el resultado del test: “Este formulario tiene carácter de declaración jurada, hacer una falsa declaración puede considerarse una contravención grave”.

En un caso de ejemplo, una paciente de 43 años sin síntomas ni enfermedades previas, recibe un mensaje en el que la app comunica “no tenés síntomas compatibles con COVID-19”. Debajo, aconseja volver a autodiagnosticarse cada 48 horas. Al aceptar, la app integra los datos con el Certificado Único Habilitante para Circulación, que, en adelante, tiene vigencia paralela con la declaración jurada. Es decir, habrá que “refrescar información” o volver a hacer el testeo para renovar el permiso.

Del vamos, sería deseable que el procedimiento termine con alguna indicación clara acerca de su finalización, y que permita retornar al inicio. Asimismo, todavía no se conoce el modo en que será validado el token de seguridad, con código QR, que surge de la gestión del permiso para circular.

Respecto de los términos y condiciones, la aplicación cae en un vicio casi irremediable de estos tiempos: una enorme cantidad de artículos que, está probado, casi nunca leemos. Pero sobresale la promesa de que cruzará datos de georreferencia con el sistema de salud para “activar los sistemas de emergencia para la prestación de asistencia sanitaria”.