Nuevamente la Conmebol mostró irregularidades y desprolijidades en las reglas del juego, cuando este martes en el superclásico entre Boca y River, permitió que Raphael Claus, el arbitro brasilero, acuda al VAR tres minutos despues de la jugada en cuestión.

El teje y maneje de esta opereta, ya lo había adelantado Lionel Messi durante la Copa America,luego de ser expulsado en un partido frente a Chile. Después de esto y cansado de la carente imparcialidad en el arbitraje, la pulga realizó un duro descargo que, por si no recuerdan;le costó la suspensión por 3 meses.

Sobre esto el 10 de la selección, decía: «Lamentablemente la corrupción, los árbitros y todo eso no permiten que la gente disfrute del show. Por lo que dije capaz que me pasó factura y (el juez) fue mandado. No hay duda: lamentablemente, esta Copa está armada para Brasil».

Aunque parecía estar clarito como el agua,a casi tres meses de esta declaración ,la historia vuelve a repetirse en los primeros 6 minutos del partido de ida entre Boca y River en el monumental y con un penal muy cuestionado por los jugadores de Boca.

Y es que luego de un cruce entre Emanuel Mas y la terrible tirada de Borré, el arbitro se mandó un terrible papelón. Si bien el encuentro continuó, 3 minutos despues se arrepintió y decidió reveer la jugada, otorgándole ahí mismo, un polémico penal para River, que efectivamente convirtió con gol de Borré y enterró al equipo xeneize por el resto del partido.

Tal como dice el refran «El que calla otorga», River y la Conmebol, miraron para otro lado sin nada que objetar. El resultado final, un 2 a 0 para un River que con goles de Borré y Fernández, llega cómodo a la Bombonera, en un encuentro eliminatorio, que se vivirá el próximo 22 de octubre.