Milagros Bordón era alumna de la Escuela Especial de Irregulares Motores N° 8 «Ventana a la Vida» de esta ciudad. Falleció repentinamente el viernes de la semana pasada cuando se hallaba en ese establecimiento ubicado en el barrio Mini Centro. El certificado de defunción extendido ese mismo día en el Hospital Zonal refiere a un paro cardiorrespiratorio no traumático, pero sus padres creen que se ahogó en la pileta de la escuela por descuido de quienes estaban a su cargo.
Caleta Olivia (agencia)
El caso recién cobró notoriedad pública ayer porque Paola Castro y Omar Bordón decidieron darlo a conocer a varios medios periodísticos luego de haber requerido el patrocinio de un abogado particular, Heraldo Nanni, mientras aún esperan conocer el resultado de la autopsia.
Este diario procuró comunicarse con la directora del establecimiento, pero dijo que estaba muy ocupada en una reunión y tampoco el titular de la Regional de Escuelas Zona Norte, Alejando Maidana, respondió el llamado telefónico y solo envió un mensaje de whatsapp indicando que “actúa la justicia”.
En consecuencia el único testimonio obtenido fue del matrimonio que reside en la calle Francia, zona del Barrio Rotary 23, el cual mostró una fotografía de la niña con su cuerpo inflamado.
Milagros, que tenía 15 años, era de contextura física pequeña, padecía problemas visuales, auditivos y motores, y asistía a esa escuela diariamente de 9 a 17.
Su papá, Omar, contó que llegó diez minutos antes de la finalización de clases para retirarla como lo hacía regularmente y vio que un profesor la tenía en sus brazos envuelta en una manta. Además, notó que estaba completamente desnuda, con la piel morada, mientras otras docentes no mostraban a su alrededor reacción alguna, salvo llorar, en tanto que la ambulancia llegó poco después cuando la niña ya no tenía signos vitales.
“ME DIJERON QUE SE HABIA DESVANECIDO”
“Lo único que me dijeron es que se había desvanecido, pero no me dijeron cómo había pasado eso”, dijo consternado el papá en tanto que su esposa aseguró que la pequeña nunca había acusado un problema de ese tipo.
Indicaron además que nadie llamó a la policía, como es norma de rigor en este tipo de situaciones, y que ese día hubo una clase de natación en la pileta que existe en la escuela, la cual no es de grandes dimensiones y cuya profundidad oscila en aproximadamente un metro.
“En la guardia del hospital nos dijeron que Milagros falleció a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio no traumático, que también sufrió una broncoaspiración y recién al día siguiente le hicieron la autopsia que no duró más de una hora”, precisó la mamá.
A su vez, el papá dijo que “nosotros sospechamos que se ahogó en la pileta por un descuido de quienes estaban a su cargo, teniendo en cuenta que ella no veía ni escuchaba, por lo cual decidimos solicitar el apoyo del abogado Nanni para que todo se esclarezca”.
“Cuando la llevaron al Hospital ya estaba si vida” aseguraron y por ello cuestionaron el hecho de que no haya existido un protocolo de seguridad que sí se aplica en otras escuelas, ya que cuando ocurre alguna emergencia con un alumno alguien se ocupa de llamar a un servicio de emergencias médicas y otra persona a los padres o tutores.
Además, mostraron el certificado médico que indica que la defunción se produjo a las 16:30, es decir unos veinte minutos antes de que llegara el padre sin que éste fuera alertado con antelación de lo que había sucedido.
Fuente: Diario El Patagónico