Esta vez se trató del cajero ubicado en la sucursal de Lago Puelo, por lo que se descarta de plano la sustracción de dinero y el ingreso al área de seguridad del mismo.

Según se pudo establecer, el sistema de alarmas se activó rapidamente ante los primeros movimientos de los delincuentes y de esta manera puso en fuga a quienes intentaron violentar una pared lindante al cajero automático.

Por tal motivo el presunto intento se vio frustrado desde un inicio y se presume que se trataría de una acción cometida por personas inexpertas, ya que no había posibilidades de que pudiera concretarse la sustracción.