El nuevo juez dijo que «he comenzado a ver una parte (de la causa) pero no todo».

El magistrado inició hoy cerca de las 8 de la mañana su primer día de los 60 que tiene asignados de manera exclusiva para resolver el caso de la desaparición de Santiago Maldonado.

    La postal causó sorpresa para quienes lo esperaban. Tanto el juez federal anterior Guido Otranto, como la fiscal Silvina Avila, venían utilizando para sus movimientos públicos un equipo de la unidad especial Albatros y a miembros de la Policía Federal Argentina para protegerse de posibles agresiones. A Lleral, vestido con un abrigo y debajo un traje, se lo vio muy tranquilo antes de cruzar la puerta del edificio ubicado en pleno centro de Esquel.

No fue mucho lo que dijo a su ingreso al edificio: “Me encontraré con el juez Otranto”, se lo escuchó adelantar, antes de poner un pie en el lugar que se transformará en su segunda casa después de dejar temporalmente su labor como Juez Federal de Primera Instancia N° 2 de Rawson. Al confirmar a la prensa que en la sede judicial de 25 de Mayo y San Martín dialogará con Otranto, el nuevo juez del caso afirmó que «he comenzado a ver una parte (de la causa) pero no todo» y dijo que «estoy trabajando a pleno para dedicarme a esto».

Lleral desde el principio marcó las diferencias con su colega el juez Otranto, quien fue desplazado de la causa el viernes pasado por la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, tras un pedido de recusación de la familia Maldonado y el CELS. El nuevo magistrado se comunicó de inmediato con la familia en lo que algunos entendieron un gesto para descomprimir la tensión que acumulada durante el trabajo de Otranto fuertemente criticado por los Maldonado. No obstante, en su primera aparición pública, Lleral también reconoció la necesidad de una conversación inmediata, que puede estimarse extensa, con Otranto.

Fuente Clarín