En esta oportunidad, los malechores se llevaron herramientas,sanitarios y aberturas,entre otros elementos, dejando a cielo abierto el espacio que nuclea la planta de tratamiento. Las imágenes enviadas por vecinos a nuestra emisora, dejan entrever la desidia institucional, debido a que en noviembre pasado se vivió una situación similar con el robo de tanques, fecha en la que tampoco se contaba con guardia de seguridad.

La planta de transferencia del Girsu,está ubicada detrás del corralón y del vivero municipal, camino a playa Magagna

Nuevamente actores ignorados atacaron a las instalaciones que el municipio de la ciudad tiene, camino a playas Magagna. Esta vez las intenciones fueron aún mayores, ya que no solo se hicieron de herramientas y sanitarios que sacaron de cuajo, sino que contaron con el tiempo y la tranquilidad suficiente para alzarse con las aberturas también.

Recordemos que hace 6 meses atrás, precisamente en noviembre, el concejal Marcos Tarumán alertando la situación, comentó a la prensa “Vinimos a visitar a algunos empleados que nos fueron con inquietudes al Concejo Deliberante y vinimos a constatar la situación laboral. Vemos muchas cuestiones que faltan, tanques de gas que se los robaron y está denunciado. Además piden guantes y borcegos porque los últimos que entregaron se les quedó la plantilla pegada al piso”, precisó y agregó que “habían dos tanques de agua que se lo llevaron junto a una hidrolavadora que la utilizaban en el sector donde se arroja la basura. Recordemos que esto depende del coordinador de Obras Públicas, Chéntola. Todo lo robado se lo aducen a él, yo no certifico que esto sea así pero es lo que comentan los empleados por lo que hablaremos con la intendente para que tome cartas en el asunto”.

El edil argumentó en ese entonces que el estado de situación sería informado a las autoridades.“Se lo comentaré a mis pares así se sabe en el Concejo como así también a la intendente porque por ahí desconoce la situación. Este espacio lo inauguramos nosotros hace dos o tres años atrás. Era un lugar hermoso, funcionaba todo y los empleados estaban muy conformes. Hoy por hoy dicen que no pueden tener un sereno a la noche porque ni siquiera tienen un generador eléctrico”, aseveró.